Hay días que no.

Hay días en los que no, no tengo tiempo de escribir, no tengo ganas de hacerlo, no se me ocurre nada inteligente, o al menos nada medianamente interesante que decirte. Hay días que no, símplemente; y esta semana ha estado llena de esos días... Hoy parece que también no, pero hoy, a diferencia de ayer, me he obligado a escribir, y he escrito ésto que lees. A ver si mañana hay suerte y te cuento algo mejor. Entre tanto ¿por qué no me cuentas tú?