sábado, febrero 23, 2008
Foto, foto, foto... foto, foto... y foto
¡Estoy harto! ¡Estoy cansado! Estoy... Con unas ganas de acabar que ya no veo... Quiero recuperar mi vida, mi luz, mis amigos, mi salir, mis exposiciones, mis birritas, mis libros, mis fotos, mis mis...
Sobre todo y antes de nada, quiero recuperarte a ti... Quiero recuperarte...
No veo el día, no veo el momento en que acabe todo esto... ¡Qué ganas tengo!
Bueno, al final del día... al final, hoy, también quedará menos...
PD: De todas formas, hay veces que pienso... ¡Qué puta vida es esta! Un palo tras otro... un palo tras otro... Y después otro... y otro... Joder, qué harto estoy... ¡Joder, qué harto!
jueves, febrero 07, 2008
Yo aún me acuerdo...
En mi vida, después de tantos años, ha habido mucha gente que ha dejado su huella. Me acordaba hoy como tantos otros días de todos esos maestros, todos los profesores que procuraron educarme... Cada uno de una forma, todos ellos a su modo...
Recuerdo con cariño a algunas de las profesoras, más que profesores, que tuve en el colegio en el que pasé los primeros años de enseñanza. De la mayoría casi ya ni recuerdo el nombre, de la mayoría casi ya no recuerdo el porque de mi recuerdo...
La madre de Arancha, del parvulario, a la que luego reencontré como profesor en los cursos de informática de mayores... Doña Purita en primero, una señora ya mayor entonces, pequeñica y amable como he conocido pocas... Doña Pilar Gobantes, o Josefina (creo Playán) en los años en los que empecé a destacarme como acérrimo seguidor de la pereza...
Época extraña esa de la EGB, en la que la mayoría dicen ser maestros, aunque podrían haber sido otra cosa... Pocos eran los que realmente se desvivían porque uno aprendiera... Pocos eran los que educaban frente a los que soportaban el transcurrir de sus días entre fracasados en potencia...
Lo realmente interesante vino luego... Vino por equivocación, vino de regalo, por confusión en mi camino... Mis ocho años de instituto supusieron una gran experiencia, aunque acabaran significando más bien poco en mi currículum vitae que es lo que hoy más se tiene en cuenta...
Muchos pueden verlo como tiempo gastado... Manolo Ramos, te escuché el día que por la espalda y con mucho desprecio, soltaste eso de "ya ves tú, para lo que le sirve a ese repetir", cuando salía después de entregarte otro examen en blanco... Educar no es sólo demostrar a tus discípulos tu excepcional talento...
Para otros estaba allí aprendiendo lo que tenía que aprender... No sólo lo académico era importante entonces, no sólo lo académico es lo importante ahora... Lourdes Berges por ejemplo seguía animándome pese a lo estrepitoso de mi fracaso en cuanto a notas... Gracias por las horas de recuperación por las tardes... Al final conseguiste hacerme ver la importancia de la lengua, y también la de los libros que hoy me acompañan a todos lados... Siento comunicarte, dicho sea de paso, que sigo confundiendo "ves" y "ubes", "jes" y "gotas"... "aches" y no "haches"... Al final va a ser que leer no consigue corregirlo todo...
Tuve como mil profesores esos ocho años, los recuerdo casi a todos, recuerdo casi cada clase...
De forma especial me acuerdo de pocos... Por lo bueno siempre estará Ana, Ana Escolano... Metió en mí el veneno de la filosofía, el veneno del pensar y el de tratar de comprenderlo... Aprendí mucho de ella aunque por mis notas pudiera no parecerlo... Siempre me quedé con ganas de conversaciones a dos contigo. Siempre te he pensado como alguien con quien merecería la pena hablar largo y tendido... Siempre me he quedado con la pena de no hacerlo... Siempre he pensado que podría ser cualquier día de estos... (Sigo buscando el librito de D. Hume que un día en clase nos recomendaste)
Por lo apasionado me acuerdo del director, Pablo Altemir, el que a su manera dejaba ver su gusto por las matemáticas, y lo que para él suponían de descanso frente a otras tareas más puramente administrativas. Siempre lo pasé bien en sus clases pese a dejarlas pasar sin tratar del todo de comprenderlas... ¡Qué lastima!... Si el instituto se empezara a los 30...
Por lo malo, por el mal hacer... Los dos jefes de estudios que tuvimos por entonces... Con uno, Bienvenido Puerto, ni las clases merecían la pena, una especie de retrógrado prepotente anidado en el pasado, que aparentemente gozaba con el fracaso del de enfrente. Con el otro, Víctor Mur, yo no sufría, es más, en cierta forma disfrutaba de sus clases... No era malo con el inglés, pero tenía algo de déspota; solía despreciar y humillaba a todo el que no estaba a su nivel, al que no entraba en su círculo... Yo por lo visto por entonces, sí que entraba... Es una pena que no utilizara todo lo que sabía, toda la fuerza que tenía, en tratar de enseñar sin hacer daño...
En fin, sólo quería hablar de Ana, de Lourdes, de Isabel, de Carmen, de Antonio, de Enrique (qué curioso, casi todos de letras)... y la profe de biología de mi primer COU... Cómo siento no acordarme de tu nombre...
Pues eso, sólo quería hablar de Ana, sobre todo de Ana... Me acuerdo de ti mucho, me acuerdo a menudo... Ojalá un día podamos enfrascarnos en una de esas conversaciones con las que he soñado...
Un día de estos... Un día me paso... Me paso un día a veros... Un día, tal vez pronto, en cuando sienta que puedo demostrar que vuestros esfuerzos no han sido en vano...
GRACIAS A TODOAS LOAS "ANA ESCOLANO" QUE HAN PASADO POR MI VIDA!!!
Os debo tanto... os di tan poco...
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