La mayoría de las veces, cuando el hilo ni se rompe ni es cortado, se restablece una especie de relación extraña que lucha por seguir desde el punto donde se había dejado. Se intenta obviar un hueco de ¿diez años? ¿quince?... aunque fuese sólo un mes, para según que cosas es mucho tiempo, y casi nunca se consigue recuperar la complicidad que se tenía entonces.
Otras veces en cambio, todo vuelve a ser como era antes, y con ese tironcito del hilo vuelven todas juntas las cosas del pasado. Hay veces que está bien recuperar amistades que se perdieron tontamente, o relaciones con gente con la que simplemente habías dejado de hablar sin saber como; pero hay otras, estas son las mejores y son también las peores, que la vuelta de ese pasado desde el otro lado del cordel, perturba como un hachazo el confortable presente que te habías creado.
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1 comentario:
elocuente. Todo depende de quien esta al otro lado de la cuerda.
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